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Primera Cohorte

Estamos ad portas de la era post-antibióticos, en medio de la denominada 'pandemia silenciosa', caracterizada por la alta mortalidad asociada a infecciones multirresistentes. Además de desarrollar nuevos medicamentos antiinfecciosos, es fundamental diseñar programas que promuevan el uso efectivo y seguro de los antimicrobianos mediante dosis individualizadas ajustadas por parámetros farmacocinéticos/farmacodinámicos (Pk/Pd), en lugar de las dosis estándar. Existe suficiente evidencia científica que respalda la conclusión de que, para optimizar el manejo de infecciones simples y complejas, es necesario administrar antibióticos de acuerdo con los índices Pk/Pd específicos para cada tipo de medicamento, y monitorear los niveles de antimicrobianos en algunas situaciones, teniendo en cuenta el foco de la infección y la capacidad de los antimicrobianos para alcanzar el sitio infectado. De este modo, se puede mejorar la eficacia clínica y reducir la toxicidad potencial de los antimicrobianos.


Acorde con lo expuesto por Ramanan Laxminarayan, Director del Centro de Investigadores del Centro para la Dinámica de la Enfermedad, Economía y Política (CDDEP), y Asesor OMS y BID, en el Primer Informe a Nivel Mundial, en el 2015, limitar el uso excesivo y el mal uso de los antibióticos son las únicas soluciones sostenibles: «Tenemos que centrar el 80% de nuestros recursos globales sobre la administración y no más del 20% en el desarrollo de medicamentos», así pues «No importa cuántos medicamentos se creen nuevos; si seguimos haciendo un mal uso de ellos, será como si nunca se hubiesen descubierto». 


DAVID E. GUERRA M. 

Médico Farmacólogo 

Líder PROA- ESE Metrosalud